MERMELADA DE CIRUELAS CLAUDIAS

Este verano una amiga que tiene una pequeña finca en el sur de Navarra me dio todas las ciruelas claudias que quise coger y cuando ya no quise más, me dio hasta llenar una buena cesta, yo calculé unos 15 kilos.

A los pocos días me iba de vacaciones y no se me ocurrió mejor idea que quitarles el hueso y meterlas en bolsas para congelarlas, metí cuatro bolsas de dos kilos cada una más o menos, comimos hasta cansarnos, lleve de vacaciones y el resto las metí en un taper grande y lo dejé en el frigorífico, ya que me dijo mi amiga que así se conservaban bien, la verdad es que vinimos después de diez días y estaban perfectas.
Bueno, al lio, pues el otro día saque 2 bolsas y las puse en un puchero con tres kilos de azúcar y una rama de canela por la noche, al día siguiente la puse al fuego para que se cociesen las ciruelas, pase por el jardín y cogí una ramita de menta y se la eche al puchero, no es que le haga falta pero se me antojo ponérsela.

Después la pase por el pasapures a otra cazuela, la dejé hervir un ratito hasta que me pareció que ya estaba bastante gordita  y la metí en los frascos que ya tenía preparados.  Los meto en el lavavajillas aunque estén limpios, les pongo un programa corto y cuando se acaba, los saco y los lleno, las tapas las tengo ya limpias en un cazo cociendo 5 minutos y así del agua van a los frascos, los tapo y los pongo a cocer al baño maría en una cazuela honda, con un trapo doblado en el fondo, como 20 - 30  minutos, lo apago y ya está, los dejo enfriar y los etiqueto, los guardo en un sitio fresco y oscuro, ya solo queda disfrutar de esta mermelada rica y sana.
Cuando es la época y te juntas con mucha fruta pues esto es lo que hay que hacer, mermeladas, compotas o congelarlas para cuando se pueda hacer. A mi me suelen regalar manzanas a lo mejor tocadas o feas, yo lo agradezco igual, las pelo, las corto y las pongo a cocer, unas veces hago mermelada otras compota y también la emboto como la mermelada, otras hago dulce de mazana, el caso es hacer cosas aprovechando los momentos de abundancia, que no suelen ser muchos.