Hoy he preparado este conejo en una salsa estupenda.
Lo primero he rehogado a fuego fuerte el conejo, partido en trozos.
En una sartén pequeña con un poco de aceite he dorado unos dientes de ajos, una vez dorados los he quitado y he puesto el hígado del conejo cortado en trozitos, lo he dorado y lo he apartado con los ajos.
Una vez de dorado el conejo, le he puesto una copa de coñac, !le hubiera puesto Oporto pero no tenía! le he dejado que se evaporase, le he añadido 2 cucharadas de harina, yo le he puesto de arroz, unas vueltas y le he añadido agua, hasta cubrir justo los trozos de conejo.
En la sartén en la que he dorado el hígado y los ajos he dorado unas avellanas, normalmente se le ponen almendras, pero yo tenía avellanas, así que se las he puesto.
Lo normal es machacarlo todo en el mortero, con un poco de sal, pero yo quería que también comiese mi nieta y como es bastante melindrosa lo he puesto en el vaso de la batidora y con un poco de la salsa de la cazuela del conejo, lo he batido bien y se lo he añadido a la cazuela y después de ponerle sal y una ramita de tomillo, lo he dejado que se vaya haciendo poco a poco.
No tiene que quedar caldoso, la salsa es exquisita y debe tener una textura que no parezca aguada ni mazacote.
Yo la he servido con una ensalada simple, quería que comiesemos el conejo con hambre ya que esta preparación merece comer con apetito.
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